En Roma ha finalizado la restauración de la espectacular consola del siglo XVIII de la Galería Corsini, que ha sido posible gracias a la recaudación obtenida con la venta de la iniciativa Vino Civitas, promovida por la Asociación Civita gracias a un acuerdo firmado con el museo en 2019 y renovado recientemente hasta 2023. Un acuerdo que prevé cada año, gracias a una parte de la recaudación de la venta del vino “Civitas”, producido por el sello Caparzo, la restauración de una obra de arte de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo, de las que forma parte la Galería Corsini.
La consola restaurada, expuesta de nuevo en la Sala del Camino de la Galería Corsini, data de alrededor de 1730, tiene un fondo plano y, por tanto, estaba destinada a colocarse contra una pared. Las patas rectas están adornadas con grandes volutas de las que surgen elementos vegetales y cabezas femeninas. Otros rostros surgen también de la cruz inferior y del travesaño central, donde el rostro está flanqueado por volutas articuladas en forma de cabezas de león. La complejidad y el dinamismo de las tallas invisten todas las partes de la estructura y se acentúan por la disposición de las máscaras y cabezas femeninas que sugieren líneas y puntos de vista siempre nuevos.
La particularidad de esta ornamentación se encuentra en otras mesas talladas hoy en colecciones públicas y privadas (Milán, Castello Sforzesco; Los Ángeles, J. Paul Getty Museum) y en las decoraciones de algunos carruajes, como el conocido como “de Juan V”, hoy en Lisboa (Museu Nacional dos Côches) y perteneciente evidentemente a un taller romano activo en la primera mitad del siglo XVIII para las principales familias de la ciudad.
La obra, dice el museo, constituye el ejemplo más elaborado y rico entre las consolas que ahora decoran las salas de la Galería Corsini, encargadas por Neri Maria Corsini y su hermano Bartolomeo para el palacio de Via della Lungara, adquirido en 1736 y transformado en un grandioso edificio destinado a celebrar la grandeza de la familia. Aunque los numerosos documentos relativos al mobiliario que aún se conservan en los archivos de la familia Corsini han permitido iluminar un mundo de artesanos y artistas activos en Roma en aquellos años (empezando por el prolífico taller de Giuseppe Corsini y su esposa Lucia Barbarossa), no ha sido posible rastrear al autor de esta extraordinaria obra, cuyo virtuoso tallista aún espera ser identificado.
“Un modelo ganador de colaboración público-privada”, ha declarado Flaminia Gennari Santori, directora de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo, “capaz de contribuir a la valorización, protección y disfrute de nuestro incomparable patrimonio artístico. La reciprocidad entre instituciones públicas y empresas privadas se convierte en una clave estratégica para incrementar los recursos económicos y mejorar la capacidad de intervención de nuestros museos. Gracias a Civita, es posible descubrir y admirar en todo su esplendor una obra que desempeñó un papel muy importante para la familia Corsini, de la que todos somos herederos y legítimos custodios”.
“El proyecto Vino Civitas”, afirma Giovanna Castelli, Directora de la Asociación Civita, “nace del deseo de contribuir, con un apoyo concreto, a la protección y valorización de nuestro patrimonio artístico, vinculando así el negocio del vino al mundo de la cultura. Gracias a la compra de vino también por parte de numerosas empresas asociadas a Civita, unidas por el interés común de cualificar su imagen asociándola al ”valor mundo del arte“, numerosas obras maestras han sido restauradas a lo largo del tiempo. Estamos encantados de que, un año más, el producto de la venta se haya donado a la restauración de una obra de las extraordinarias colecciones del Palazzo Barberini y de la Galleria Corsini, dos lugares culturales de nuestro país de absoluto valor histórico y artístico”.
Tras las obras de restauración de la Virgen de la Leche de Bartolomé Esteban Murillo, que permitieron descubrir en 2021 otra pintura bajo el lienzo actual, los trabajos en la consola de la Galería Corsini han permitido devolver la luz y el esplendor a un componente fundamental del gusto del siglo XVIII, el del mobiliario, a menudo descuidado en comparación con las pinturas y las esculturas, pero que constituía uno de los elementos más llamativos de los palacios romanos.
Roma, finaliza la restauración de la espectacular consola del siglo XVIII de la Galería Corsini |
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