Un fragmento de historia y arte se revela una vez más en Pavía. Con ocasión del 457 aniversario de su fundación, el Colegio Ghislieri presenta al público la restauración de los frescos que decoran la sacristía del siglo XVII de su capilla. Un acontecimiento que celebra el vínculo entre la ciudad y uno de sus símbolos culturales y académicos más prestigiosos.
Fundada el 27 de noviembre de 1567 por el Papa Pío V, la institución ha atravesado los siglos como centro de excelencia educativa, convirtiéndose en el primer colegio universitario mixto de Italia en 1966 y continuando en la actualidad como organismo laico bajo el Alto Patronato del Presidente de la República. Precisamente para honrar esta larga tradición, el Colegio ha decidido devolver a estudiantes y ciudadanos uno de sus tesoros ocultos: los grandes frescos que embellecen la sacristía, ahora recuperados gracias a una importante operación de conservación.
Los frescos son obra de un autor anónimo, datan de principios del siglo XVII y fueron encargados por Giorgio Pagliari, antiguo alumno y más tarde prefecto del Colegio. Pagliari los concibió como un modelo de vida para los estudiantes, con el objetivo de formar una clase dirigente a partir de las clases más humildes y cercana al rigor original de la fe cristiana.
La sacristía, probablemente construida en el primer cuarto del siglo XVII, ofrece un ambiente acogedor pero encantador, enriquecido por la cúpula decorada con motivos geométricos y el suelo de mosaico de mármol. Sin embargo, son las pinturas murales las que llaman la atención, con un ciclo iconográfico de fuerte significado espiritual y simbólico.
Entre las representaciones más evocadoras se encuentra la llamada "prensa mística", una escena que simboliza el sacrificio eucarístico con una sugestiva metáfora visual. Jesús es representado dentro de una cuba, llevando la cruz a cuestas, representando la prensa del lagar. La sangre brota de su cuerpo y se acumula en una vasija, transformándose simbólicamente en vino, elemento clave para la salvación espiritual del hombre. Esta imagen, profundamente arraigada en la devoción popular de la época, fue concebida como fuente de inspiración para los jóvenes estudiantes del Colegio, llamados a seguir un camino de elevación espiritual y ética.
La restauración de los frescos, realizada bajo la responsabilidad de Gianpaolo Angelini, profesor de la Universidad de Pavía y antiguo alumno del Colegio, fue posible gracias al apoyo de la Associazione Amici dei Musei e Monumenti Pavesi (Asociación de Amigos de los Museos y Monumentos de Pavía), que financió una intervención conservadora destinada a frenar el deterioro causado por la humedad y el moho. Los trabajos han afectado sobre todo al arrimadero, pero representan sólo el primer paso de un proyecto más amplio: la restauración completa de la capilla adyacente, cuyos frescos del siglo XVII fueron cubiertos por yeso en las primeras décadas del siglo XX.
“Los recientes trabajos de conservación realizados en algunas partes del arrimadero de la Sacristía, necesarios para detener el deterioro causado por la humedad y el moho, han sido posibles gracias a la generosa contribución de la Associazione Amici dei Musei”, afirma Angelini. “Es el primer paso de una campaña de restauración más amplia que también afectará a la Capilla con el objetivo de sacar a la luz los frescos del siglo XVII que fueron cubiertos por una capa de yeso en las primeras décadas del siglo pasado”.
La presentación oficial de la restauración tendrá lugar precisamente el 27 de noviembre, fecha de la fundación del Colegio, durante el encuentro público titulado “Alla riscoperta della Cappella del Collegio Ghislieri” (Al descubrimiento de la Capilla del Colegio Ghislieri), previsto para las 17.00 horas. Será una ocasión para sumergirse en el pasado del Colegio y reflexionar sobre la importancia de conservar y valorizar un patrimonio que abarca siglos.
Pavía, frescos de la Sacristía del Colegio Ghislieri restaurados |
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