Una investigación de la Universidad de Bari"Aldo Moro" ha sacado a la luz nuevos descubrimientos relativos a los experimentos con materiales de Raimondo di Sangro, VII Príncipe de Sansevero (Torremaggiore, 1710 - Nápoles, 1771), famoso por la suntuosa Capilla Sansevero de Nápoles, templo de la escultura barroca: en concreto, los descubrimientos se refieren a la creación de piedras preciosas artificiales, llevada a cabo por el príncipe durante el siglo XVIII.
El estudio ha sido realizado por investigadores del Centro Interuniversitario de Investigación “Seminario de Historia de la Ciencia” en colaboración con investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra y Geoambientales de la Universidad de Bari Aldo Moro. Los resultados, anticipados hoy en rueda de prensa, se darán a conocer y se publicarán a partir del 6 de marzo en el artículo En busca del Fénix en el Nápoles del siglo XVIII. Raimondo di Sangro, nature mimesis and the production of counterfeit stones between palingenesis, alchemy, art and economy, que se publicará en línea en acceso abierto en el nuevo número de la revista científica Nuncius. Journal of the Material and Visual History of Science. La investigación ha sido presentada (hoy 5 de marzo) en el Museo de la Capilla Sansevero por la directora Maria Alessandra Masucci y el equipo de la Universidad de Bari que ha llevado a cabo los estudios, dirigido por Francesco Paolo de Ceglia junto con Andrea Maraschi, del Centro Interuniversitario de Investigación “Seminario di Storia della Scienza”. A la presentación asistieron Alessandro Monno y Gioacchino Tempesta, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Geoambientales.
Entre sus innumerables experimentos, Raimondo di Sangro es conocido por haberse dedicado a la producción de piedras preciosas artificiales y a la coloración del vidrio. Tenía especial interés por los colores en general. Incluso los utilizados para la bóveda de la Capilla (pintada por Francesco Maria Russo, y conocida como la Gloria del Paraíso o el Paraíso de di Sangro) son fruto de sus invenciones: los azules, los verdes, los dorados, todos ellos colores brillantes y radiantes, producto de una fórmula creada por el propio Raimondo di Sangro, que todavía hoy, después de más de doscientos cincuenta años, brillan con la misma intensidad, como si la pátina del tiempo no los hubiera atenuado en absoluto.
El artículo multidisciplinar, que presenta la nueva investigación, combina enfoques y metodologías de la historia de la ciencia y la mineralogía e ilustra los resultados obtenidos durante dos investigaciones distintas llevadas a cabo en el Museo de la Capilla Sansevero, centradas en las técnicas de recreación de materiales utilizadas por Raimondo di Sangro para decorar la capilla familiar con pigmentos rojos y azules. Los análisis confirman por primera vez que el príncipe de Sansevero fue capaz de crear el azul ultramarino artificial utilizado para el marco que rodea el altorrelieve sobre el altar mayor realizado por Francesco Celebrano y Paolo Persico en la década de 1860. Hasta la fecha, éste parece ser el primer ejemplo registrado de la producción de este pigmento artificial, según los estudiosos de la Universidad de Apulia.
Se dice que el descubrimiento del príncipe tuvo lugar más de cincuenta años antes que Jean-Baptiste Guimet, el químico francés que en 1828 logró sintetizar por primera vez, oficialmente, el ultramar, el carísimo pigmento azul que se obtiene en la naturaleza a partir del lapislázuli. Y más de diez años antes del relato siciliano de Goethe, considerado por los especialistas como la pista más antigua de la producción artificial de este pigmento.
En el laboratorio subterráneo de Raimondo di Sangro, en torno al cual se cernían numerosas leyendas, ya se había encontrado, pues, y hacía mucho tiempo, la receta para reproducir ese color tan precioso como el oro. Hoy, por primera vez, una investigación multidisciplinar de historiadores de la ciencia y mineralistas ha podido demostrar la veracidad de las fuentes sobre el Príncipe de Sansevero, partiendo de un detalle casi insignificante encontrado en una famosa guía de la ciudad de Nápoles de finales del siglo XVIII, y profundizando bajo el microscopio en los secretos de la Capilla de Sansevero, tras la pista de dos colores: el rojo y, sobre todo, el azul.
Durante sus investigaciones in situ, los estudiosos descubrieron también el uso inusual de la fluorita como material escultórico, en particular para los cojines de las estatuas de San Oderisio (Francesco Queirolo, 1756) y Santa Rosalía (Francesco Queirolo, 1756). Este nuevo descubrimiento abre nuevas vías de investigación.
Estos preciosos nuevos estudios dan testimonio de la labor de valorización de la historia y la obra de Raimondo di Sangro que el Museo de la Capilla Sansevero lleva a cabo constantemente, tanto en la perfecta conservación de la joya barroca concebida por el Príncipe, como en la búsqueda de formas innovadoras de divulgar la incesante actividad que marcó la vida de Raimondo di Sangro.
Nápoles, nuevos descubrimientos en la Capilla Sansevero: el príncipe Di Sangro sintetizó el azul ultramarino |
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