La Universidad de Pisa descubre un valioso códice lunar medieval que se creía perdido

Un precioso códice medieval de la antigua Luni, que durante mucho tiempo se creyó perdido, ha vuelto a la luz gracias a los esfuerzos de laUniversidad de Pisa. Conocido ahora como el manuscrito Beinecke ms. 1153, este antiguo documento contiene varias vidas de santos, incluida una Vida de San Terencio hasta ahora inédita, y narra el viaje a Tierra Santa de un cimator pontremolés.

Durante casi tres siglos, el manuscrito había permanecido oculto a los ojos de los expertos, hasta que un grupo interdisciplinar de estudiosos de la Universidad de Pisa reveló por fin su verdadera identidad. Originalmente propiedad de la diócesis de Luni, el manuscrito vivió una odisea aventurera a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, a través de legados testamentarios e intercambios comerciales, hasta recalar en Estados Unidos, en las colecciones de la Beinecke Rare Book and Manuscript Library de la Universidad de Yale.

Redescubierto por un aficionado y posteriormente digitalizado, el manuscrito Lunar volvió a la atención de la Universidad de Pisa, donde fue objeto de una profunda investigación dirigida por Paolo Pontari, filólogo del Departamento de Filología, Literatura y Lingüística, Enrica Salvatori, historiadora del Departamento de Civilización y Formas del Saber, y Gianni Bergamaschi, experto en agiología.

“El texto, que puede atribuirse a la segunda mitad del siglo XIV, es una fuente inestimable para comprender la Edad Media toscana y lunigiana y ha dado y dará lugar a importantes descubrimientos históricos”, explica la profesora Enrica Salvatori. “Se trata de una miscelánea que contiene varias vidas de santos, entre ellas una Vida inédita de San Terencio, el relato del viaje a Tierra Santa de un cimatore pontremolés, la orden de los canónigos de la catedral de Luni, calendarios, diagramas lunares y un tratado para la identificación de la Pascua”.

“El estudio que estamos realizando sobre el manuscrito Beinecke es transversal a todos los textos que componen esta interesante miscelánea de claro origen lunigiano”, añade el profesor Paolo Pontari. “Entre los documentos contenidos en el manuscrito destaca, sin embargo, un texto odepórico cuya edición crítica, actualmente en preparación, nos permitirá seguir los pasos del cimatore Franceschino da Pontremoli en su peregrinación a Roma y Tierra Santa”.

“El interés de este manuscrito reside precisamente en la heterogeneidad de los textos que contiene, la mayoría hagiográficos pero no ordenados según el ciclo litúrgico anual”, concluye el agiólogo Gianni Bergamaschi. “El problema que queda abierto es entender por qué razones se hizo un códice así, en el que incluso los textos hagiográficos son desiguales: algunos son muy ricos, otros son más pobres. Además, hay un gran componente franciscano, pero en medio también aparecen santos cuya presencia en este contexto es difícil de entender, como en el caso de San Ivo de Bretaña y Audomaro de Thérouanne. Cómo acabaron allí está todo por descubrir”.

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