Importante adquisición de los Uffizi: llega un valioso boceto de Maso da San Friano


Los Uffizi han adquirido una pequeña joya del siglo XVI: el boceto de la Ascensión destruido de Maso da San Friano, entre las obras maestras del visionario pintor florentino. Adquirido en subasta por los Amici degli Uffizi por casi 50.000 euros, fue "soplado" en el último momento a Vittorio Sgarbi.

Una importante adquisición para la Galería de los Uffizi: los Amigos de los Uffizi han donado hoy al museo florentino un precioso boceto de Maso da San Friano (Tommaso Manzuoli; Florencia, 1531 - 1571), el del retablo dela Asc ensión destinado a la iglesia de Santa María del Carmine de Florencia. El retablo fue destruido en un incendio en 1771, por lo que laAscensión que ahora ingresa en los Uffizi es el único testimonio conservado que puede mostrarnos cómo era el retablo. La obra se expondrá próximamente en la Galería de Estatuas y Pinturas

El cuadro ha resurgido de una colección privada del norte de Italia: los Amici degli Uffizi lo compraron el pasado 31 de mayo durante una subasta de Finarte en Roma, arrebatándoselo al crítico Vittorio Sgarbi, segundo mejor postor, al final de una serie de pujas. La asociación de apoyo a los Uffizi pudo adquirir la obra por la suma de 47.380 euros más gastos de subasta. El retablo, destinado a la capilla de la Cofradía de Santa Maria delle Laude y Sant’Agnese en la iglesia florentina de Santa Maria del Carmine, quedó sin embargo inacabado debido a la muerte prematura de Maso. Fue terminado por el más joven Giovanni Battista Naldini (Fiesole, 1537 - 1591), pero, como ya se ha mencionado, fue destruido en un incendio que devastó la iglesia en 1771. En el Gabinetto dei Disegni e delle Stampe de los Uffizi se conservan varios dibujos preparatorios del modelo, realizados por el propio Maso.



El modelo de laAscensión, fechable en 1565, constituye así un precioso testimonio del proyecto decorativo de la capilla del Carmine, encargado y realizado con ocasión del tricentenario de la fundación de la Compagnia di Sant’Agnese (1269). En el cuadro, la santa destaca en primer plano, junto con Santa Elena, introduciendo una gesticulante y colorista multitud de apóstoles embozados, con la Virgen y los ángeles, en derogación del rigor formal y la compunción impuestos por el recién concluido Concilio de Trento. La deuda de Maso da San Friano con Pontormo es evidente en la composición animada, saturada de patetismo y en los efectos de iluminación casi visionarios que crean delicadas irisaciones en las figuras y los drapeados. Un boceto “verdaderamente divertido”, como lo describió el historiador del arte Luciano Berti, antiguo director de los Uffizi, en su ensayo de 1963 sobre Maso da San Friano: En aquella ocasión, el estudioso mencionó la obra por primera vez y subrayó sus asonancias con las propias invenciones de Pontormo, libremente interpretadas por Maso con efectos extravagantes y a veces caricaturescos, empezando por el putto alegre y jovial, suspendido a medio camino entre el cielo y la tierra, que constituye la base del viaje del Salvador al cielo. En este ambiente todavía manierista, el cuadro muestra, sin embargo, signos de la inquietud religiosa de la época. La Virgen diminuta y anciana y Santa Inés con la mirada baja reflejan el clima de devoción y austeridad impuesto por el Concilio de Trento.

Maso da San Friano, Ascensión (1565; óleo y temple sobre tabla, 62,3 x 36,5 cm)
Maso da San Friano, Ascensión (1565; óleo y temple sobre tabla, 62,3 x 36,5 cm)
El cuadro con marco dorado
El cuadro con marco dorado
Maria Vittoria Rimbotti Colonna (Presidenta de Amici degli Uffizi) y Eike Schmidt (Director de los Uffizi) ante la obra
Maria Vittoria Rimbotti Colonna (Presidenta de Amici degli Uffizi) y Eike Schmidt (Director de los Uffizi) delante de la obra

Original intérprete del manierismo tardío en Florencia, Maso da San Friano fue, según Vasari, alumno de Pier Francesco Foschi y realizó en su corta vida -sólo cuarenta años- pinturas para las iglesias más importantes de la ciudad, entre ellas San Pier Maggiore, Santa Felicita y Ognissanti, participando, en 1571, en la decoración del famoso Studiolo di Francesco I del Palazzo Pitti con dos paneles que representaban a Dédalo e Ícaro y las Minas de Diamante.

“Con el regreso del modelo de Maso da San Friano”, afirma el director de los Uffizi, Eike D. Schmidt, "se hace una doble restitución a Florencia: no sólo esta pintura de gran refinamiento, preparatoria de un gran retablo para Santa María del Carmine (destruido en el incendio de 1771) se expondrá a partir de ahora al otro lado del Arno, en los Uffizi, en una sala junto a otras joyas del periodo de la Contrarreforma. Pero también porque la obra fue descubierta por Luciano Berti, director de los Uffizi de 1969 a 1987, quien de hecho la publicó por primera vez en 1963, en su ensayo monográfico sobre el Maso da San Friano. En aquel texto, se centraba en el artista que tan bien representaba el ambiente artístico e intelectual de una época de extraordinario fervor, a quien Berti dedicó cuatro años más tarde el volumen Il principe dello Studiolo (El príncipe del Studiolo): un verdadero monumento que sentó las bases para comprender el arte cortesano florentino de la década de 1670. Al dar las gracias a los Amici degli Uffizi, con su presidenta Maria Vittoria Rimbotti Colonna y su vicepresidente Manuel Guerra, recordamos con afecto al gran Luciano Berti: el estudioso que nos abrió los ojos a un periodo de la historia del arte hasta entonces demasiado poco considerado".

“Nos alegramos de que otra pieza de la historia artística de Florencia haya vuelto a la ciudad y pueda ser admirada por todos, florentinos y turistas”, afirma Maria Vittoria Rimbotti Colonna, presidenta de los Amici degli Uffizi. “La Asociación, que apoya a los Uffizi desde hace casi treinta años, se alegró, también en esta ocasión, de contribuir al enriquecimiento del patrimonio del museo más importante del mundo”.

“Sufrí al teléfono”, dijo Vittorio Sgarbi, “ya que Maso me eludió por una dificultad de comunicación: la oferta parecía no recogerse. Y sufrí cuando tuve la certeza de que lo había perdido. Por otra razón, llamé a Eike Schmidt al día siguiente y le conté mi decepción. Le oí sonreír cuando me reveló que, al otro lado, en otro teléfono, vigilante cazador, estaba él. Y Maso estaba ahora asegurado en los Uffizi. Me sentí feliz, aliviado de melancolía, más que si la Ascensión perdida estuviera en casa. El último sueño de un pintor visionario que, en los mismos años del redescubierto modelo para la iglesia de Santa Maria del Carmine, en 1571, pintó para el Studiolo de Francesco I en el Palazzo Vecchio, elevándose por encima de los demás pintores, la ”Mina de Diamantes“, para ilustrar la discusión pliniana sobre el origen del cristal. Derivados de la solidificación de la humedad atmosférica enfriada por los vientos, los cristales agitan a los hombres desnudos, que los recogen en una montaña escarpada y reluciente, escalada con cuerdas y cestas por otros buscadores. Entre ellos estamos Eike y yo, en plena carrera. Al final, uno de los hombres desnudos ofrece sus piedras a personajes exóticamente vestidos. Es mi destino frente a la oferta inalienable del Estado. Y en esas figuras de pequeño formato, como en las visionarias y pontormescas de nuestro modelo, destinadas a los Uffizi, Maso muestra su sueño extremo en las caprichosas invenciones de la última temporada de la manera florentina”.

Importante adquisición de los Uffizi: llega un valioso boceto de Maso da San Friano
Importante adquisición de los Uffizi: llega un valioso boceto de Maso da San Friano


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