La restauración delfresco de Domenichino que representa la Muerte de Adonis ha concluido gracias a una larga colaboración entre laEmbajada de Francia en Roma y elInstituto Central de Restauración. La obra forma parte de un ciclo de tres frescos pintados entre 1603 y 1604 en el Casino della Morte, encargado por el cardenal Odoardo Farnese entre el palacio familiar y la orilla del Tíber, accesible directamente desde el palacio a través del arco que aún atraviesa la Via Giulia. La decoración del edificio corrió a cargo del equipo de artistas dirigido por Annibale Carracci, quien encargó al joven Domenichino la ejecución de los tres frescos. Los temas, tomados de los mitos clásicos y narrados por Ovidio en las Metamorfosis, son Narciso en la Fuente, Apolo y Jacinto y la Muerte de Adonis. Esta última representa el momento en que Venus, al descender del carro dorado tirado por dos cisnes, cede a la desesperación al encontrar a su amado Adonis moribundo en el suelo, herido de muerte por un jabalí. Entre los mechones de hierba del primer plano florece la anémona, una flor generada por la sangre de Adonis.
Los frescos de Domenichino fueron desprendidos en 1817, debido a su mal estado de conservación, por el restaurador Pietro Palmaroli y trasladados al palacio Farnesio, donde se conservan actualmente en el piano nobile.
La restauración fue íntegramente financiada, proyectada y realizada por elInstituto Central de Restauración, de acuerdo con la Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio de Roma. Los trabajos que acaban de concluir siguen a los realizados en 2019, también por el Instituto Central de Restauración, en Narciso en la Fuente. Antes de la restauración, se llevó a cabo una minuciosa campaña de investigaciones científicas que respaldaron las opciones metodológicas adoptadas para llevar a cabo la intervención. La Muerte de Adonis conserva el soporte original de Palmaroli, mantenido por su valor como testimonio histórico. La restauración se centró en la recuperación del colorido original, restableciendo los valores tonales correctos alterados por los fijadores oscurecidos y el repintado extensivo. El principal aspecto crítico de la intervención fue la presencia de repintes extensivos que afectaban a gran parte del quinto árbol: la limpieza de esta zona exigió el desarrollo de nuevos métodos selectivos y graduales para preservar la primera fase de pintura seca. En cuanto a las operaciones de presentación estética, se decidió seguir un planteamiento conservador en la ejecución del enlucido de las lagunas no reconstruibles y, mediante una reintegración pictórica puntual y ligera, suturar el tejido pictórico para devolver la plena legibilidad al texto del artista boloñés.
Finaliza la restauración de la Muerte de Adonis de Domenichino en el Palacio Farnesio |
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