Tras un largo y meticuloso trabajo de restauración, la Virgen con el Niño y Santos y Ángeles de Andrea Mantegna, conocida como Pala Trivulzio, vuelve a exponerse en la Sala della Balla del Castello Sforzesco de Milán.La obra vuelve a ser admirada con su imponente marco histórico, un elemento arquitectónico de extraordinaria importancia, recientemente recuperado gracias a una intervención promovida por las Colecciones de Arte Antiguo del Castello Sforzesco con laAsociación Sala delle Asse. La restauración ha sido posible gracias a la donación de Renée Bormioli, en memoria de sus padres Luigi y Maria Antonietta Bormioli, y a las aportaciones de Pilot Italia y la Fondazione Cariplo.
El Pala Trivulzio pasó a formar parte de las Colecciones Cívicas en 1935, cuando el Ayuntamiento de Milán adquirió la prestigiosa Colección Trivulzio, un conjunto de objetos de valor incalculable que abarcaba desde la preciosa biblioteca hasta marfiles de la antigüedad tardía, desde pinturas hasta el famoso ciclo de tapices de los Meses. Sin embargo, en la posguerra, la reordenación de las colecciones museísticas del Castillo, a cargo del Studio BBPR, llevó a la drástica decisión de eliminar muchos marcos antiguos, considerados incongruentes con las nuevas líneas expositivas. Este destino afectó también al majestuoso marco del Pala Trivulzio, que fue sustituido por otro más sobrio. La decisión de retirar estos elementos decorativos tuvo consecuencias irreversibles: muchos de los marcos fueron desmontados y apilados en zonas de almacenamiento inadecuadas, sufriendo daños irreparables debido al desplazamiento y a las condiciones ambientales desfavorables.
El armazón de la Pala Trivulzio, de más de cinco metros de altura, se colocó inicialmente en una zona descubierta del Castillo, luego se trasladó a un almacén exterior y finalmente a un depósito, donde fue identificado hace apenas una década. Su recuperación comenzó en 2023 gracias a la iniciativa de Luca Tosi, conservador de las Colecciones de Arte Antiguo, con el apoyo de la directora del Área de Museos del Castello Sforzesco, Francesca Tasso. Los análisis realizados durante la restauración revelaron la complejidad del armazón, resultado de intervenciones llevadas a cabo en distintos momentos y por diferentes artesanos, unidos por la intención de crear una impresionante estructura decorativa. El resultado final data de las últimas décadas del siglo XIX y puede atribuirse a un colaborador desconocido de la noble familia Trivulzio.
La restauración del armazón del Pala Trivulzio, expuesto en el Castello Sforzesco de Milán, fue una operación larga y compleja, realizada entre 2023 y 2025 gracias a la donación de Renée Bormioli y al apoyo de Pilot Italia S.p.A. y de la Fondazione Cariplo. El trabajo, encomendado a la empresa Luca Quartana Restauri, ha contado con la colaboración de expertos y estudiosos que han reconstruido la historia del marco, analizando sus materiales y técnicas de ejecución.
El marco no es original de la obra, sino el resultado de intervenciones posteriores. El retablo, pintado por Andrea Mantegna en 1496 para los monjes del Monte Oliveto de Verona, tenía un marco del siglo XV, atribuido a Fra Giovanni, que, sin embargo, fue sustituido con el tiempo. A lo largo de los siglos, el marco sufrió modificaciones y reajustes, que culminaron en la versión del siglo XIX atribuida tal vez al arquitecto Emilio Alemagna. Tras la compra de la Colección Trivulzio por el Ayuntamiento de Milán en 1935, el retablo se expuso con su marco. Sin embargo, después de la guerra, la remodelación del Castello Sforzesco por el Studio BBPR condujo a la retirada de muchos marcos, considerados incongruentes. El marco trivulziano fue abandonado en un almacén inadecuado, sufriendo graves daños. Sólo hace unos diez años fue identificado y recuperado, gracias a la investigación y la documentación histórica.
La restauración exigió un cuidadoso análisis de los materiales y las técnicas decorativas. El marco resultó estar compuesto por elementos de distintas épocas: la base del siglo XIX, el cimacio de finales del XVI y pilastras del XVII. El mal estado del armazón, que había permanecido apilado durante años en un almacén sin aire acondicionado, exigió la participación de varios profesionales de la restauración altamente especializados desde la primera fase de la operación, la del diseño del proyecto. Una vez identificados y desmontados todos los elementos constitutivos en el almacén, fue necesario proceder al aseguramiento de las partes más comprometidas, para poder trasladar las piezas del armazón al laboratorio. A continuación, se realizaron fijaciones preliminares y provisionales en todas las zonas policromadas afectadas por desprendimientos y levantamientos, utilizando tejidos. Las intervenciones incluyeron: limpieza de depósitos y pintura post-secada; consolidación de las partes de madera y dorado; reconstrucción de las partes faltantes con madera y tallas coherentes con el original (en colaboración con G.S.A. Ebanisteria di Giuliano Piseddu); reintegración del color y el dorado; y diseño de un nuevo sistema de montaje para garantizar la estabilidad y la seguridad. Un importante trabajo fue realizado por el Studio Tillverka (especializado en detección gráfica digital en 3D) que, a partir de un diseño del arquitecto Marco De Poi, desarrolló un modelo en 3D del armazón que permitió un estudio detallado de la reconstrucción y el montaje final.
Gracias a este trabajo, el Pala Trivulzio vuelve a ser visible en su marco histórico, realzando la obra de Mantegna y el contexto museístico del Castello Sforzesco.
El redescubrimiento del marco original representó un momento de gran importancia para la puesta en valor de la obra de Mantegna. Esta intervención fue documentada en el libro Restauraciones, donaciones y viajes: 25 años de la Sala delle Asse, publicado con motivo de la nueva exposición del Pala Trivulzio. El libro relata un cuarto de siglo de compromiso de la Asociación Sala delle Asse con el apoyo a restauraciones, adquisiciones y donaciones en favor del Castello Sforzesco, con el que mantiene un profundo vínculo desde su fundación en 1997.
Con el regreso del Retablo del Trivulzio a su marco original, el público podrá redescubrir la obra de Andrea Mantegna en su totalidad, admirando no sólo la extraordinaria calidad pictórica del cuadro, sino también la imponente estructura de madera que lo enmarca, parte integrante de su historia y de su valorización museística.
“El Retablo del Trivulzio recupera por fin su aspecto original, realzado por su marco histórico que hoy, tras una importante restauración y recuperación, devolvemos a la ciudad y a los numerosos visitantes del Castello Sforzesco”, ha declarado el Consejero de Cultura Tommaso Sacchi. “Se trata de una operación importante y decisiva para dar la debida relevancia a esta obra maestra de Mantegna y ha sido posible gracias a la profesionalidad de nuestras oficinas, al compromiso y la colaboración con la Asociación Sala delle Asse, que siempre ha tenido muy presente el Castello Sforzesco y sus tesoros, y a la generosidad de la familia Bormioli”.
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El Retablo Trivulzio de Mantegna vuelve al Castello Sforzesco en un entorno histórico restaurado |
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