El Estandarte de L'Aquila vuelve a casa tras su restauración


Tras el terremoto de 2009, el monumental Gonfalone dell'Aquila, obra del siglo XVI de Giovan Paolo Cardone, volvió a la ciudad tras una larga restauración financiada por ABI y realizada por el Opificio delle Pietre Dure de Florencia.

Dieciséis años después del devastador terremoto de 2009, el Gonfalone dell’Aquila, una extraordinaria obra del siglo XVI de Giovan Paolo Cardone, vuelve por fin a su ciudad tras una meticulosa restauración llevada a cabo por técnicos delOpificio delle Pietre Dure de Florencia. La restauración del antiguo paño de seda roja pintado al óleo ha sido financiada por laAsociación Bancaria Italiana (ABI) y los bancos miembros del Grupo de Trabajo de Relaciones Culturales de la Asociación, en el marco de la iniciativa “è cultura!”, que promueve la protección del patrimonio artístico italiano.

La presentación oficial de la obra restaurada tuvo lugar en Florencia antes de su regreso a L’Aquila. Entre los asistentes se encontraban Emanuela Daffra, Superintendente del Opificio delle Pietre Dure, Federica Zalabra, Directora del Museo Nazionale d’Abruzzo (MuNDA), y Antonio Patuelli, Presidente de la ABI. Un momento solemne que marca la conclusión de un largo proceso de recuperación y restitución a la comunidad de L’Aquila.

El estandarte, de imponentes dimensiones (460x323 cm para unos 15 metros cuadrados de superficie), fue realizado entre 1578 y 1579 para sustituir a un estandarte anterior que la ciudad de L’Aquila había donado a la Basílica de San Pedro con ocasión del Jubileo de 1575. El encargo fue confiado a Giovan Paolo Cardone, uno de los principales exponentes del manierismo abruzo, que realizó una obra de gran valor artístico y simbólico.



El cuadro representa a la Virgen postrada ante Cristo, rodeada de los santos patronos de L’Aquila: Máximo, Pedro Celestino, Bernardino y Equizio. A su derecha hay un ángel con una vinajera de crisma, flanqueado por la columna de la flagelación. Dos ángeles a los pies de Cristo sostienen una píxide, clara referencia a la hostia consagrada. El fondo rojo está decorado con pequeñas llamas doradas, símbolo del Espíritu Santo, que se posan sobre la ciudad. La escena está enmarcada por frisos dorados y medallones con el águila negra del escudo cívico y el trigrama bernardino, dentro de un sol radiante. Completan la composición cinco “paños” inferiores con las imágenes de San Antonio de Padua, San Francisco de Asís, San Juan de Capestrano y algunos santos obispos.

Durante siglos, el Gonfalone se conservó en la basílica de San Bernardino, desde donde se sacaba en procesión cada 10 de agosto para invocar la “serenidad del aire”. En 1815, se trasladó al castillo del siglo XVI, donde sufrió daños por el terremoto de 2009. Recuperada de entre los escombros, fue trasladada al Museo Paludi de Celano y, en 2013, gracias a la financiación de la ABI, confiada al Opificio delle Pietre Dure para su restauración, que concluyó en 2015.

La intervención fue especialmente compleja: en una primera fase, los restauradores retiraron los depósitos acumulados a lo largo del tiempo y tras el terremoto, para proceder después a la documentación, cartografía y estudio en profundidad de la obra. A la limpieza siguió la consolidación y readhesión de las partes textiles levantadas. Para garantizar el mejor resultado posible, se realizaron pruebas con nuevos materiales adhesivos, evaluados mediante ensayos de resistencia a la tracción. Por último, se retiró el revestimiento preexistente para evitar más daños a la estructura original.

El regreso del Gonfalone a L’Aquila representa un momento de gran valor histórico, artístico e identitario para la ciudad, que vuelve a acoger un símbolo de su tradición tras años de ausencia. Una obra que, tras atravesar siglos de historia y superar la prueba del terremoto, vuelve por fin a casa.

“La Asociación Bancaria Italiana”, ha declarado el Presidente de la ABI , Antonio Patuelli, “se enorgullece de haber contribuido a la restauración del Gonfalone de L’Aquila. Este importante proyecto atestigua la fuerza de la colaboración para salvaguardar y proteger nuestro patrimonio artístico, histórico y cultural. La restauración, apoyada por los bancos y supervisada por el Opificio delle Pietre Dure de Florencia, es un ejemplo de la excelencia italiana en la protección del patrimonio cultural”.

Emanuela Daffra, Superintendente del Opificio delle Pietre Dure, afirma: “El Opificio delle Pietre Dure lleva años trabajando en primera línea en obras dañadas por catástrofes naturales con el objetivo de preservarlas, restaurarlas y devolverlas a sus comunidades. En estos casos, las dificultades son muchas: de intervención, sin duda, pero también de devolverlas a contextos heridos y cambiados. La acción concertada y sinérgica entre diferentes actores, que reúna competencias de restauración, patrimonio museístico y apoyo privado, es una de las claves para superar estas dificultades. El caso del monumental y frágil Gonfalone de L’Aquila es un ejemplo perfecto de ello”.

“En vista de la próxima apertura del Museo Nazionale d’Abruzzo en el Castello Cinquecentesco, queríamos traer el Gonfalone de vuelta a casa”, explica Federica Zalabra, Directora del MuNDA - Museo Nazionale d’Abruzzo de L’Aquila. “No podremos exponerlo como habíamos previsto porque aún no nos han devuelto el ala donde lo expondremos permanentemente, pero habilitaremos una sala temporal donde pequeños grupos de visitantes podrán admirar la obra, también con nuevas soluciones tecnológicas, y recuperar por fin un trozo de nuestro patrimonio, también con vistas a L’Aquila Capital de la Cultura”.

El Gonfalone de L’Aquila vuelve a casa tras su restauración Tras el terremoto de 2009, el monumental Gonfalone de L’Aquila, obra del siglo XVI de Giovan Paolo Cardone, vuelve a la ciudad tras una larga restauración financiada por la ABI y realizada por el Opificio delle Pietre Dure de Florencia. Gonfalone dell’Aquila: la obra maestra restaurada vuelve a la ciudad

El Estandarte de L'Aquila durante la restauración
El Gonfalone dell’Aquila durante su restauración
El Gonfalone sin cubierta de restauración: se aprecian claramente numerosas lagunas
El Gonfalone sin la cubierta de restauración: las numerosas lagunas son claramente visibles
3 de diciembre de 2013. Llegada del Gonfalone a los talleres de la Fortezza da Basso. Restauradores en el acto de desenrollar la obra y colocarla sobre la gran mesa.
3 de diciembre de 2013. Llegada del Gonfalone a los talleres de la Fortezza da Basso. Restauradores en el acto de desenrollar la obra y colocarla sobre la gran mesa.
3 de diciembre de 2013. Llegada del Gonfalone a los laboratorios de la Fortezza da Basso. Colocación en la gran mesa de los laboratorios OPD de la Fortezza da Basso.
3 de diciembre de 2013. Llegada del Gonfalone a los talleres de la Fortezza da Basso. Colocación sobre la gran mesa en los laboratorios OPD de la Fortezza da Basso.
Documentación fotográfica antes de la intervención: uso del puente móvil para filmar
Documentación fotográfica antes de la intervención: utilización del puente móvil para la filmación
Detalle de la Virgen
Detalle de la Virgen
Investigaciones multiespectrales: detalle en IR de la Virgen que documenta el dibujo preparatorio y el estado de conservación alterado
Investigaciones multiespectrales: en IR detalle de la Virgen documentando el dibujo preparatorio y el estado de conservación alterado
Estudio y observación microscópica del estado de conservación de la obra: levantamiento del tejido de seda
Estudio y observación microscópica del estado de conservación de la obra: levantamiento del tejido de seda
Observación de la degradación con transiluminación
Observación de degradaciones con transiluminación
Observación con lámpara de Wood, luz ultravioleta, del estado de conservación del lomo con intervenciones anteriores.
Observación con lámpara de Wood, luz UV, del estado de conservación del dorso con intervenciones anteriores
Eliminación física de depósitos incoherentes en zonas concretas de la obra mediante microaspiración.
Eliminación física de depósitos inconsistentes en zonas concretas de la obra con microaspiración
Prueba de limpieza de película pictórica
Prueba de limpieza de la película de pintura
Prueba de limpieza de película pictórica
Prueba de limpieza de la película de pintura

La restauración en detalle

Los principales retos de la intervención en esta obra, finalizada en diciembre de 2015, se refieren a la fragilidad intrínseca de los materiales que la componen y a su gran tamaño, que hacen que cualquier manipulación sea extremadamente delicada y, por tanto, deba planificarse hasta el más mínimo detalle.

El estado de conservación del Gonfalone se basa en un frágil equilibrio dictado por la intervención de los años ochenta, que permitió exponerlo en vertical consolidando toda la seda roja -frágil y viciada- con un nuevo soporte de fibra sintética ligera y transparente adhiriéndola al tejido original con una resina vinílica activada por calor. Para atenuar las molestias causadas por las numerosas lagunas, también se aplicó bajo toda la superficie un forro del mismo color que el tejido de fondo, unido en la parte superior del Gonfalone con una costura sólo visible en la parte trasera.

A su llegada a los laboratorios del Opificio, la obra presentaba un importante depósito de material incoherente en toda la superficie y numerosas deformaciones de las fibras del soporte original y de las zonas pintadas con óleo. Además, se encontraron numerosos levantamientos frágiles del tejido original procedentes de la restauración, sobre todo en correspondencia con las innumerables y articuladas lagunas textiles.

La obra se documentó, estudió y cartografió detalladamente. La minuciosa campaña de diagnóstico confirmó la interacción intrínseca y la fragilidad de los materiales constitutivos, así como la necesidad de una intervención de conservación. Como primer paso, se preparó una limpieza, consistente en la eliminación gradual y controlada de los depósitos inconsistentes en toda la superficie y, una vez comprobada, la limpieza de la policromía.

La segunda fase de la intervención tuvo por objeto consolidar y volver a adherir los levantamientos textiles. Esta operación compleja y articulada fue precedida por una serie de pruebas preliminares que demostraron la imposibilidad de reactivar el adhesivo utilizado en la restauración anterior del ICR, y se enriqueció con la experimentación de nuevos materiales adhesivos, probados con ensayos de resistencia a la tracción. Los buenos resultados de la experimentación permitieron utilizar materiales de conservación acordes con los utilizados en la década de 1980, y capaces de no provocar más tensiones en la frágil seda de las capas de soporte y pictórica. El forro existente se retiró de la costura del Gonfalone para no causar más tensiones a la estructura original, se trató para su limpieza y se preparó para un nuevo sistema de conexión a la cabeza de la obra mediante tiras de velcro, manteniendo así su función de cierre óptico de los huecos, en previsión de una futura exposición del Gonfalone, que sin embargo ya no tendrá que colocarse verticalmente sino sobre un plano inclinado específicamente diseñado para no provocar una mayor aceleración de la degradación de los materiales constitutivos.

El Estandarte de L'Aquila vuelve a casa tras su restauración
El Estandarte de L'Aquila vuelve a casa tras su restauración


Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.