Sorprendente descubrimiento en Roma: hallado un fragmento del Pórtico de Minucia


Importante descubrimiento arqueológico en Roma: durante la renovación del Palazzo Lares Permarini para su conversión en un hotel Radisson, se descubrió un fragmento del Porticus Minucia, lo que permitió reconstruir con precisión este importante edificio para la antigua plebe romana.

Un importante descubrimiento arqueológico enriquece nuestra comprensión del pasado de Roma: un fragmento del Porticus Minucia fue hallado durante las obras de renovación del Palacio Lares Permarini, situado en Via delle Botteghe Oscure 46, en el centro de la capital. Este descubrimiento supone una importante aportación al conocimiento del vasto quadriporticus construido en época republicana, que abarcaba la zona del Campus Martius donde tenía lugar el reparto gratuito de grano a la plebe, conocido como frumentationes.

La excavación, realizada entre mayo y julio de 2020, fue dirigida por la arqueóloga de la Soprintendenza Marta Baumgartner. El descubrimiento ha sido posible gracias a la colaboración entre Finint Investments, sociedad de gestión de activos del Grupo Banca Finint, y la Superintendencia Especial de Roma. Durante las obras de renovación para convertir el edificio en un hotel de lujo de la cadena Radisson Collection, se descubrió esta parte de la antigua estructura. Esto llevó a ampliar el proyecto para incluir la puesta en valor de los restos arqueológicos, que serán accesibles al público en el sótano del hotel. Además, se dispondrá de un vídeo multimedia para ilustrar la reconstrucción tridimensional del Porticus Minucia. Este descubrimiento arqueológico permitió reconstruir con gran precisión el aspecto del Porticus Minucia, ofreciendo una visión inédita del monumento. La creación de un modelo tridimensional también ha permitido determinar con precisión su posición en el contexto urbano actual. El descubrimiento de esta parte del Porticus Minucia durante la renovación del edificio de Via delle Botteghe Oscure 46 representa un importante paso adelante en la comprensión de esta estructura monumental de época republicana, atribuida a Minucio Rufo, y del contexto histórico en el que funcionó, poniendo de relieve la importancia de las frumentationes en la antigua Roma.

Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Excavación del Porticus Minucia. Foto: Superintendencia Especial de Roma

El descubrimiento y la reconstrucción

El descubrimiento de la estructura, formada por dos hileras de imponentes bloques de peperino de época imperial, permite marcar con precisión el límite oriental del Porticus. Hasta ahora, este límite sólo se conocía de forma aproximada gracias a las notas de Guglielmo Gatti, tomadas durante las obras de construcción del palacio en 1938. Especialmente interesantes son las decoraciones de los muros, que nunca se habían encontrado hasta ahora: de hecho, del Porticus sólo se conocían los cimientos y algunos fragmentos de pavimento descubiertos en las excavaciones de 1983 en la Crypta Balbi. Las hipótesis de reconstrucción anteriores proponían las fachadas del edificio en ladrillo, pero los hallazgos recientes muestran una técnica diferente. En efecto, en la parte inferior de los muros se utilizaron grandes losas de mármol blanco, sobre las que se colocaron fragmentos de mármol más pequeños, creando un efecto de líneas horizontales. Durante la excavación también se encontraron capas de yeso, lo que sugiere un posible revestimiento de la parte superior de la estructura.

Además, la excavación reveló al menos dos fases de construcción de los niveles del suelo bajo el pórtico, ambas realizadas con escamas de travertino de distintos tipos. Estos detalles adicionales aportados por la excavación ofrecen una visión más completa de las fases constructivas y las técnicas empleadas en la construcción del Pórtico, contribuyendo así a nuestra comprensión de la antigua estructura y su contexto histórico.

Los hallazgos corresponden a la parte del edificio de época imperial representada en un fragmento de la llamada Forma Urbis, el plano en mármol de la antigua Roma creado hacia el año 209 d.C. La información obtenida en las excavaciones, combinada con la procedente de hallazgos anteriores, permitió reconstruir el aspecto del Porticus Minucia con un grado de fiabilidad y precisión sin precedentes. Además, se creó un modelo tridimensional del monumento, indicando su posición exacta en el contexto urbano actual.

En cuanto a la datación, la fase actualmente visible del Porticus Minucia está cubierta por capas de abandono que se remontan a principios de la época tardoimperial, en torno al siglo III d.C.. Esto confirma la información histórica que indica el fin de las distribuciones de grano en el Porticus y el comienzo de las distribuciones gratuitas de pan en otros lugares de la ciudad en esta época. Estos descubrimientos, según la Superintendencia de Roma, contribuyen significativamente a nuestra comprensión de la historia del Porticus Minucia y del contexto socioeconómico de la antigua Roma.

La excavación también reveló dos pequeños hallazgos en el exterior del Porticus. El primero consiste en un fragmento de un suelo de mosaico compuesto por teselas blancas y negras, datable en el siglo I d.C. El segundo hallazgo es una habitación de servicio con suelo de opus spicatum, fechable en época tardoimperial, que probablemente se encontraba en el lado exterior de la estructura tras su abandono. Estos hallazgos también coinciden con las estructuras representadas en Forma Urbis.

En el edificio que albergará el Hotel Radisson, será posible visitar los restos arqueológicos del sótano, según se ha previsto, con la ayuda de un vídeo multimedia que propondrá una reconstrucción tridimensional del Porticus Minucia.

Fragmento de mosaico hallado en la excavación. Foto: Superintendencia Especial de Roma
Fragmento de mosaico hallado en la excavación. Foto: Superintendencia Especial de Roma

Qué era el Porticus Minucia

Durante siglos, el Porticus Minucia fue uno de los lugares más significativos para la plebe romana. Fue erigido por Marco Minucio Rufo tras su triunfo en el año 106 a.C. sobre los escordiscos, una confederación de pueblos balcánicos. Hasta el siglo III d.C., el Porticus desempeñó un papel central en la distribución gratuita de grano a la población de la ciudad, las llamadas frumentationes. Esta gran estructura cuadrangular era un quadriporticus con templos y fuentes en su interior. Como muchos otros edificios romanos, sufrió modificaciones y ampliaciones con el paso del tiempo.

En las fuentes antiguas, el Porticus aparece con el apelativo de “vetus” en la lista de edificios construidos y reconstruidos por Domiciano tras el gran incendio del año 80 d.C.. Sin embargo, en los catálogos regionales del siglo IV d.C., figura en la Regio IX junto con un “Porticus Minucia veterem et frumentariam”. La naturaleza de estos dos nombres y la identificación de uno o varios Porticus Minuciae siguen siendo objeto de debate en la actualidad.

Gracias a los trabajos realizados por Lucos Cozza y Guglielmo Gatti sobre los fragmentos de la Forma Urbis después de la Segunda Guerra Mundial, sabemos que los restos del pórtico y del templo interceptados en la zona comprendida entre Corso Vittorio Emanuele II y Via delle Botteghe Oscure pertenecen al Porticus Minucia. Estos restos fueron objeto de investigaciones estratigráficas en las décadas de 1980 y 1990. El aspecto del complejo restaurado por los fragmentos de la Forma Urbis, comparado con los restos descubiertos en la zona, muestra un gran pórtico de cuatro lados con una doble columnata que rodea una vasta plaza abierta. En el centro de la plaza se alza un imponente templo con ocho columnas frontales (octástilo) y una columnata alrededor de la cella (períptero) sobre un podio bajo. Este edificio, identificado por algunos eruditos como el templo de los Lari Permarini y por otros como el templo de las Ninfas, está situado asimétricamente al Pórtico y está rodeado de fuentes. La confirmación de la atribución de este complejo al Porticus Minucia de las fuentes antiguas procede de una de estas fuentes. En el borde de la placa de mármol blanco de la fuente, actualmente conservada en la zona arqueológica del templo, se puede leer la inscripción “MINI”. Esta inscripción, que probablemente indica el origen del mármol para la obra en construcción, se hace eco de la inscripción “MINI[cia]” de la Forma Urbis.

Reconstrucción del Porticus Minucia
Reconstrucción del Porticus Minucia
Reconstrucción del Porticus Minucia
Reconstrucción del Porticus Minucia
Reconstrucción del Porticus Minucia
Reconstrucción del Porticus Minucia

Declaraciones

“El descubrimiento de una parte del Porticus Minucia reviste una gran importancia a nivel científico y brinda la oportunidad de reafirmar cómo la Superintendencia puede trabajar eficazmente con entidades privadas”, afirma Daniela Porro, Superintendente Especial de Roma. “Finint Investments ha financiado tanto las operaciones de excavación arqueológica como una innovadora valorización de los hallazgos, para hacerlos accesibles a todos y no disipar el valioso trabajo de excavación y estudio de los arqueólogos”.

Mauro Sbroggiò, Director General de Finint Investments, subraya: “Somos un actor muy atento a la regeneración urbana y al contexto en el que operamos. Esta renovación, que da nueva vida a un edificio prestigioso, es un éxito para nosotros porque también nos ha permitido valorizar estos importantes hallazgos arqueológicos poniéndolos a disposición de la comunidad gracias a una colaboración continua y sinérgica con la Superintendencia. Devolver la luz a estos hallazgos y abrirlos para el disfrute constante de la comunidad es un ejemplo tangible de los excelentes resultados que pueden surgir de una fructífera colaboración entre los sectores público y privado”.

“El descubrimiento”, afirma la arqueóloga Marta Baumgartner, “es un motivo de orgullo para nosotros porque, por primera vez, podemos ver los muros del Porticus Minucia en alzado y las decoraciones de mármol que los embellecían: poderosos bloques de toba unidos por grapas y recubiertos, al menos en la parte inferior, de losas de mármol”. Un segundo dato importante es la localización del límite oriental de la Porticus Minucia, que se conoce pero que ahora se sitúa con precisión.

Sorprendente descubrimiento en Roma: hallado un fragmento del Pórtico de Minucia
Sorprendente descubrimiento en Roma: hallado un fragmento del Pórtico de Minucia


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