Sibari y sus alumnos enseñan a los reclusos a reproducir hallazgos arqueológicos mediante impresión 3D


Un proyecto que acerca a estudiantes y reclusos: en el Museo Arqueológico Nacional de la Sibaritide, en Calabria, alumnos de la escuela Ipsia de Cassano allo Ionio enseñaron técnicas de impresión 3D a reclusos de la cárcel de Castrovillari y realizaron copias de piezas arqueológicas del museo.

Con la última lección celebrada esta semana en las salas del módulo Hippodameo del Museo Arqueológico Nacional de la Sibaritide , en Sibari , Calabria, arranca oficialmente la segunda fase de Copycat - esperanzas replicables. Un proyecto durante el cual los chicos del instituto profesional Heródoto de Thurii de Cassano allo Ionio, guiados por sus profesores y el personal del Parque, enseñaron a los reclusos de la cárcel de Castrovillari las técnicas de reproducción con la impresora 3D, mientras el personal del Museo explicaba a todos los objetos expuestos, situándolos en su época y relatando sus funciones y su valor, los reclusos escuchaban las explicaciones, hacían las copias, hablaban con los chicos, visitaban el Museo y aprendían cosas. Los chicos, a su vez, aprendían cosas nuevas, al igual que sus profesores y los trabajadores del museo.

Una organización gigantesca que ni siquiera la burocracia detuvo y en la que participaron seis reclusos de la cárcel de Castrovillari, seis alumnos del instituto Ipsiade Heródoto de Thurii enCassano all’Mar Jónico y seis profesores de la misma escuela, un arqueólogo y -a su vez- tres ayudantes de recepción, fruición y vigilancia, dos valientes directores de prisión, un valiente funcionario y una muy valiente directora, quince artefactos originales datados entre los siglos VI y III a.C., tres “formadores” de la organización sin ánimo de lucro “Maestri di Strada”, tres seminarios para un total de dieciséis horas de formación preliminar para profesores y operadores de museos, un conductor y un minibús puestos a disposición por el municipio de Cassano all’Ionio para conectar también físicamente la prisión y el museo.

Estos son, en detalle, los números de Copycat -esperanzas replicables concebidas, producidas y realizadas por el Parque Arqueológico de Sibari -instituto autónomo del Ministerio de Cultura dirigido por el ministro Gennaro Sangiuliano-, que ayer también vio concluir las cuatro citas de cuatro horas cada una en el museo. Cuatro breves escapadas de una cruda realidad, en alas de la cultura, que buscan la redención personal y social, y que ahora dan paso a la segunda fase.



“Copycat está llegando a su fin”, comenzó diciendo Filippo Demma, Director del Parque Sibari, “pero todos estamos contentos, porque todos somos un poco más ricos”. Una vez concluida esta parte educativa, ahora las copias de los objetos antiguos realizadas durante las actividades se expondrán en la prisión y luego se utilizarán en otros talleres con personas ciegas y deficientes visuales, que no podrán tocar los delicados originales, pero a través de las copias podrán al menos percibir la forma de los objetos antiguos. Otro detalle, que no es baladí, es que la impresora 3D, adquirida por el Parque expresamente para el taller, fue donada al IPSIA Heródoto de Thurii, porque el valor -concluyó Demma- siempre encuentra su recompensa.

“La propuesta de unirnos a Copycat”, explicó Anna Liporace, directora del Iiss Erodoto di Thurii, “fue acogida de inmediato no sólo por mí, sino en particular por los profesores de la carrera de ”Robótica y Automatización“, porque el recorrido del proyecto se correspondía con el estudio, las acciones y las actividades propias de esta carrera. Estamos hablando de un proceso de transmisión de conocimientos que ha llegado a diversos estratos sociales y en el que la relación con los presos ha aportado muchos elementos de reflexión tanto a los profesores como a los alumnos, sin que faltaran momentos emotivos y conmovedores. Me gusta -concluyó- destacar esta alianza educativa creada para ofrecer a los jóvenes un verdadero itinerario de formación. Por ello, quiero dar las gracias a mis alumnos por el compromiso y la dedicación con que han llevado a cabo el proyecto, a los directores de la cárcel de Castrovillari, Giuseppe Carrà, y a su sucesor, Mario Antonio Galati, por abrirnos sus puertas a nosotros y a los jóvenes, al alcalde de Cassano, Giovanni Papasso, por su ayuda en cuestiones logísticas, y, por último, pero no menos importante, al alcalde de Cassano, Giovanni Papasso, por suayuda en cuestiones logísticas, y, sobre todo, al director Filippo Demma por la brillante idea de involucrarnos en un curso tan emocionante y educativo no sólo para los chicos, sino también para los adultos”.

“Estamos muy convencidos de la utilidad de la iniciativa”, comentó el director de “Rosetta Sisca”, Mario Galati, “porque nos permite dar a los presos una oportunidad real de reinserción en la sociedad y crear una ósmosis útil entre el interior y el exterior, entre la cárcel y la ciudad”.

Sibari y sus alumnos enseñan a los reclusos a reproducir hallazgos arqueológicos mediante impresión 3D
Sibari y sus alumnos enseñan a los reclusos a reproducir hallazgos arqueológicos mediante impresión 3D


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