El Parque Arqueológico de Paestum ha recibido 200 monedas antiguas que habían sido robadas ilegalmente: fueron devueltas en un sobre entregado por una persona que... se arrepintió de su acto tras confesárselo a un sacerdote local, a quien el anónimo pidió que entregara personalmente el sobre con las monedas al director del Parque, Gabriel Zuchtriegel.
Se trata de la última de una serie de restituciones por parte de personas que, movidas por el remordimiento de haber cometido un acto lesivo para el patrimonio, han decidido devolver lo sustraído ilícitamente al conocimiento y disfrute público (una de las últimas fue la piedra entregada al Museo Nacional Romano por una chica que la había robado durante unas vacaciones en Roma y que se arrepintió de su acto). Como reveló un primer análisis de los materiales realizado por el profesor Federico Carbone, numismático de la Universidad de Salerno, en este caso, sin embargo, entre los originales antiguos se escondían también una serie de falsificaciones realizadas de forma más o menos profesional.
“De 208 objetos numismáticos”, señala Carbone, “7 son falsificaciones, mientras que de los 201 originales 5 son de plata, una medalla es de aluminio y todas las demás son de aleación de cobre. Además, hay otros 7 objetos de diversos materiales. Entre las monedas, se pueden distinguir dos conjuntos bastante homogéneos: el primero está representado por los bronces de la ceca de Paestum (principalmente ejemplares del siglo III a.C. y hasta la época de Augusto), el segundo está compuesto por follis y fracciones de follis de mediados a finales del siglo IV a.C. No faltan pequeños bronces de Poseidonia, Velia y la época imperial media. Sólo un par son modernos. Un buen número (siempre referibles a estas mismas series) son ilegibles debido a su mal estado de conservación. Además, 45 ejemplares podrían aportar más información tras su limpieza. La composición del núcleo, por tanto, refleja aproximadamente lo que se encuentra generalmente en el territorio de Pestan”.
Según el director del parque, Gabriel Zuchtriegel, “se trata de una importante restitución de materiales originales, mezclados con falsificaciones, que fueron objeto de apropiación indebida y que ahora se reintegran en un contexto de legalidad, investigación y musealización. Nuestro llamamiento a todos los que esconden hallazgos arqueológicos en casa es que sigan su ejemplo y devuelvan no sólo los objetos, sino también la historia que cuentan sobre nuestro territorio”.
En la foto, algunas de las monedas devueltas.
Se confiesa ante el sacerdote y devuelve a Paestum 200 monedas antiguas malversadas. |
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