Excepcional descubrimiento en Turquía: hallada la estatua prehistórica de un jabalí

“Llenos los hoteles de Túnez para las vacaciones de verano / a veces una tormenta no nos dejaba salir / un hombre de cierta edad me ofrecía a menudo cigarrillos turcos pero espero la era / Del Jabalí Blanco /Spero che ritorna presto l’era / Del Cinghiale Bianco”. Así cantaba Franco Battiato, buonanima, en su canción L’era del cinghiale bianco ( La era del jabalí blanco), con una atmósfera oriental tanto en su sonido como en la ambientación del vídeo. Y aquí estamos hoy: el jabalí blanco ha vuelto.

De hecho, enla Alta Mesopotamia, región que vio nacer a las civilizaciones más antiguas de la historia, hoy situada en Turquía, se han hecho atrevidos descubrimientos sólo de pensar en ellos, como el yacimiento arqueológico de Göbekli Tepe, situado en una cresta montañosa de piedra caliza en la provincia de Şanlıurfa, en el sureste de Turquía, de dimensiones megalíticas y compleja arquitectura y característicos pilares en forma de T. Hace unos días, en el marco de un proyecto de colaboración entre la Universidad de Estambul y el Instituto Arqueológico Alemán (un proyecto destinado a arrojar luz sobre la prehistoria de Turquía), se hicieron descubrimientos muy importantes en su interior: se hallaron esculturas humanas y de animales. De hecho, se han descubierto estatuas antiguas, incluidas estatuas humanas e, increíblemente, una estatua de tamaño natural de un jabalí en piedra caliza, muy blanca.

Estamos en un yacimiento neolítico (en el Neolítico precerámico, entre el 9.600 y el 8.200 a.C.) y, sin embargo, hay pigmentos de colores en el jabalí que sugieren que también estaba pintado. Un jabalí de piedra pintado en la “zona cero de la historia”, como tituló muy acertadamente el comunicado de prensa del Ministerio de Cultura de Turquía.

Los arqueólogos, al dar noticia del hallazgo, señalan: “La estatua de jabalí de tamaño natural fue encontrada en la ’estructura D’ de Göbekli Tepe, en su superficie pueden verse residuos de pigmento rojo, blanco y negro, lo que la convierte en la estatua pintada más antigua conocida del Neolítico. La estatua se encontró sobre un banco con decoraciones que se cree que son un símbolo en forma de H, una luna creciente, dos serpientes y tres rostros humanos o máscaras”.

Y sobre la escultura humana, afirman que “es uno de los ejemplos más impresionantes de arte prehistórico, se ha desenterrado una de las esculturas más realistas de la época: se presenta como candidata a ser uno de los ejemplos más impresionantes de arte prehistórico con una expresión facial realista, se encontró fijada al suelo sobre un banco”. La estatua mide 2,3 metros de altura.

En la zona donde se encontraba la estatua sentada, “donde destacaban las costillas, la columna vertebral y los huesos de los hombros”, explican los arqueólogos turcos, “evocando a una persona muerta, había una estatua de buitre colocada en la pared y losas de piedra abandonadas en el suelo”.

La superficie de Göbekli Tepe es de unas 9 hectáreas y la arquitectura monumental construida en este páramo desolado es impresionante, con grandes pilares monolíticos en forma de T tallados en la piedra caliza, entre los primeros ejemplos conocidos de edificios megalíticos construidos específicamente para las necesidades rituales de sus constructores prehistóricos. Y dos pilares monolíticos de piedra caliza situados en el centro (de hasta 5,5 m de altura) son comunes a todos los edificios monumentales de Göbekli Tepe.

Tres de los edificios megalíticos se erigieron directamente sobre la meseta natural de piedra caliza, que había sido cuidadosamente pulida, y los dos pilares centrales monolíticos en forma de T se encontraron en el lugar, es decir, incrustados en plataformas cuidadosamente talladas en la meseta natural. Los dos pilares centrales están rodeados por uno o varios muros de piedra. Los muros circundantes, que pueden remontarse a distintas fases de los edificios, estaban interrumpidos a intervalos regulares por pilares de piedra caliza en forma de T insertados, aunque éstos no alcanzaban la misma altura que los dos monolitos centrales.

No sabemos qué ocurrió, según Battiato, con el jabalí, pero Göbekli Tepe es única por su rica y diferenciada colección de representaciones artísticas, que son principalmente imágenes de animales. Los propios pilares en forma de T son antropomorfos, como demuestran en algunos casos las tallas en bajorrelieve que muestran brazos, manos y ropas. El repertorio artístico también incluye numerosas estatuas y figurillas de piedra de animales y humanos, así como pequeños artefactos adornados con múltiples representaciones y símbolos.

Excepcional descubrimiento en Turquía: hallada la estatua prehistórica de un jabalí

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