Descubrimiento excepcional en el corazón de Roma: una domus con una decoración de mosaicos sin igual

Extraordinario descubrimiento en el corazón de Roma. En efecto, el Parque Arqueológico del Coliseo, en el marco de un proyecto de estudio e investigación, ha desenterrado algunas estancias de una lujosadomus de época tardorrepublicana, de la que en 2018 se habían excavado algunas estructuras murales, y que antaño existió exactamente en lazona donde, en época de Augusto, se construyeron los Horrea Agrippiana, los famosos almacenes a lo largo del vicus Tuscus (una vía comercial que conectaba el puerto fluvial del Tíber y el Foro Romano) construidos por el yerno de Augusto, Marco Vipsanio Agripa.

Detrás de la Horrea, entre los almacenes y las laderas del Palatino, se desarrolló la domus en varias plantas, probablemente articulada en terrazas y caracterizada por al menos tres fases constructivas, fechables entre la segunda mitad del siglo II a.C. y finales del siglo I a.C.. Distribuida en torno a un atrio/jardín, la domus presenta, como estancia principal, el specus aestivus, una sala de banquetes que imita una gruta, utilizada durante la estación estival y originalmente animada por espectaculares juegos de agua gracias al paso de unas fístulas (tuberías) de plomo entre los muros decorados.

Lo que hace que el descubrimiento sea excepcional, afirma el Parque Arqueológico del Coliseo, es el hallazgo, en esta sala, de un extraordinario revestimiento mural de mosaico llamado “rústico” que, por la complejidad de las escenas representadas y la cronología, no tiene parangón. Compuesto por diferentes tipos de conchas, teselas azules egipcias, vidrios preciosos, diminutas escamas de mármol blanco u otros tipos de piedra, tártaros (es decir, fragmentos de travertino esponjoso) y cretones de puzolana unidos por argamasa y urdimbres, el mosaico, que data de las últimas décadas del siglo II a.C., presenta una compleja secuencia de escenas figuradas.

El nuevo revestimiento ocupa toda la gran pared trasera del specus , que en un principio debía cubrir también gran parte de las dos largas paredes laterales de la sala: pero intervenciones constructivas posteriores han borrado todo rastro del mismo. La decoración consistía en el paso de una serie de fístulas (tuberías) plomadas que formaban parte de un juego hidráulico que, a través de borbotones y flujos, vertía agua en pilas a ras de suelo, alegrando y refrescando a los presentes.

Por lo que puede verse y leerse hasta ahora, la pared posterior del specus está ocupada por una decoración rústica de mosaicos con una fachada arquitectónica que recuerda a los decorados teatrales de tradición helenística, articulada en cuatro edículos, definidos por pilastras, decorados con jarrones de los que brota agua o con hojas de loto y vid y rematados en capiteles ocupados por una piña y agujas de pino.

Los edículos están adornados con motivos de armas celtas, proas de barcos con tridentes, yelmos con trirremes, aludiendo quizá a un doble triunfo, terrestre y naval, del propietario de la domus. En el montón de armas se distinguen claramente un casco, una punta de flecha, la empuñadura de una espada, escudos ovalados y una trompeta gala con cabeza de dragón(carnyx). El tipo de armas podría apuntar a batallas libradas contra el tronco celta, mientras que los barcos remitirían a escenarios de conflictos navales mediterráneos. Sobre los edículos aparece un friso vegetal con dos volutas que parten de una hoja de acanto.

El gran luneto de arriba presenta una compleja representación paisajística del género helenístico-alejandrino. Se reconoce una escena pastoral con una palmera, algunos animales (cabras, perros, ganado) y un pastor. Al lado hay una representación de una ciudad junto al mar con el acantilado simulado con tártaros de travertino y el mar representado con azulejos de color azul egipcio en los que aparecen peces. Algunas torres, un edificio escalonado, un pórtico en cuyo interior se inserta una torre, algunos barcos con remos, uno de los cuales es claramente visible y más grande con las velas izadas.

Bien definidas están las murallas de la ciudad con pequeñas torres. En conjunto, parece que nos encontramos ante una representación de tipo corográfico que podría aludir a una ciudad/región que en realidad fue objeto de conquista bélica o de reorganización administrativa por parte del propietario de la domus, perteneciente a un personaje aristocrático, presumiblemente de rango senatorial.

La ornamentación se distingue por el uso de vidrio policromado caracterizado por diferentes tipos de trabajo en caliente (millefiori o “cinta”), utilizado en fragmentos de artefactos reutilizados, como varillas planas utilizadas en cornisas y tabiques arquitectónicos, y en formas definidas como copas y armas (de las que sólo quedan partes o impresiones). Se trata de vasos muy apreciados, fabricados en matriz, anteriores a los que se utilizaban con la invención de la cerbatana hacia mediados del siglo I a.C.

Esta extraordinaria decoración va acompañada de revestimientos de otro tipo pero de un nivel similar en otras estancias de la domus. En una inmediatamente contigua al specus, un revestimiento de estuco blanco en relieve figurado con perspectivas arquitectónicas simuladas cubría unos 5 metros de las paredes de una sala presumiblemente utilizada con fines ceremoniales.

En conjunto, la domus puede calificarse de residencia en la que se manifestó tempranamente la luxuria asiática que a lo largo de la época tardorrepublicana fue fuente de controversias y de encarnizadas luchas políticas entre las facciones aristocráticas. Como es bien sabido, las fuentes literarias aportan abundante información sobre los numerosos aristócratas romanos que, en época tardorrepublicana, habían elegido el Palatino como su distrito de residencia preferido. Aquí se alzaban, articuladas en bloques y barrios, numerosas viviendas de personalidades más o menos célebres, que la arqueología sólo ha sacado a la luz hasta ahora mínimamente. La más famosa de ellas es la Casa de los Grifos, pero también se han excavado casas similares de la misma época en pequeñas porciones en la zona de la Domus Tiberiana, en el sector sur del Palatino y a lo largo de su ladera norte.

Por el momento, no existen elementos epigráficos que permitan definir con certeza la identidad de los propietarios de la domus con specus estivo, que debió de ser un personaje de alto rango de la aristocracia romana, tal vez el vencedor de una doble batalla naval y terrestre.

“El descubrimiento de una nueva domus con una habitación decorada con un mosaico realmente extraordinario”, subraya el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, “es un importante resultado que demuestra, una vez más, cómo el Parque Arqueológico del Coliseo y el Ministerio de Cultura están constantemente comprometidos con la promoción de la investigación, el conocimiento, la protección y la valorización de nuestro extraordinario patrimonio cultural. El descubrimiento tiene además un importante valor científico que hace aún más relevante la Domus. Tras la reapertura de la Domus Tiberiana y la mejora de la accesibilidad del Anfiteatro Flavio, con la inauguración del ascensor que ahora llega hasta la tercera grada, el corazón de la Romanidad ha descubierto así un auténtico tesoro, que cuidaremos de salvaguardar y hacer accesible al público”.

“Se trata de un resultado importante”, añade la directora del Parque Arqueológico del Coliseo, Alfonsina Russo, “que recompensa un largo trabajo de estudio e investigación y que se inscribe en uno de los objetivos prioritarios del Parque, el del conocimiento y su difusión. La excavación arqueológica concluirá en los primeros meses de 2024 y después trabajaremos intensamente para que este lugar, uno de los más sugestivos de la antigua Roma, sea accesible al público lo antes posible”.

En su conjunto, la domus se califica, por tanto, como una residencia en la que la luxuria asiática, que a lo largo de la época tardorrepublicana fue fuente de controversias y de encarnizadas luchas políticas entre las facciones aristocráticas y que confirma lo que dicen las fuentes sobre la presencia, con amplias residencias, de exponentes de las grandes familias senatoriales romanas en la zona noroccidental del Palatino. “Un descubrimiento extraordinario”, afirma el Parque, “que saca a la luz una auténtica joya que, al concluir las excavaciones y las obras de restauración, se sumará a las nuevas y diversificadas rutas de visita abiertas en los últimos años y que conforman la variada oferta cultural del Parque Arqueológico del Coliseo”.

Descubrimiento excepcional en el corazón de Roma: una domus con una decoración de mosaicos sin igual

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