Investigadores dela Universidad Ca’ Foscari de Venecia han encontrado en la excavación arqueológica de Festòs, en la isla griega de Creta, laarmadura de un guerrero. El excepcional hallazgo, una panoplia de bronce de un guerrero compuesta por un escudo umbo y fragmentos de un casco y posiblemente un cinturón, se produjo en la excavación arqueológica realizada en julio de 2023 por el equipo de la profesora Ilaria Caloi de la Universidad de Venecia, bajo la dirección del profesor Pietro Militello de la Universidad de Catania. Iniciada en 2022, la excavación se llevó a cabo en virtud de una concesión de la Escuela Arqueológica Italiana de Atenas, dirigida por el profesor Emanuele Papi, y autorizada por Vassiliki Sythiakaki, responsable de la 13ª Ephoria griega.
En Grecia, el hallazgo de una panoplia guerrera en el contexto de un asentamiento y no de un enterramiento en una zona dedicada a ello es extremadamente raro. Por este motivo, los investigadores han cuestionado el origen y la función de estas armas depositadas.
“La hipótesis más atractiva, que sólo la continuación de la excavación podrá confirmar”, explica Ilaria Caloi, “es que la armadura puede atribuirse a un héroe local, honrado en el seno de una zona de culto o cenotafio, en estrecha relación con la fundación de la polis de Faistos entre los siglos VIII y VII a.C.”.
Elumbo de bronce hallado constituye la parte central del escudo, que debió de ser de material perecedero, probablemente cuero. Presenta un elemento central cónico con una larga protuberancia y un disco exterior con una serie de orificios alrededor del borde, que probablemente servían para sujetarse. El anillo de bronce que sobresale internamente en la protuberancia central debió de cumplir la misma función.
Delcasco, la parte mejor conservada son los dos paragnatides, es decir, las piezas de bronce que protegían cada una de las mejillas hasta la mandíbula. Están decoradas con elementos circulares y presentan pequeños orificios para su fijación al casco. Actualmente se están restaurando.
"Lo extraordinario del hallazgo de Festòs -añadió Caloi- consiste en la peculiar deposición de las armas en un contexto no funerario: en efecto, se encontraron en el interior de un pithos, un enorme contenedor de alimentos con un diámetro máximo de casi 120 centímetros, y oculto bajo una tapa de terracota, que a su vez estaba cubierta por un gran fragmento de vaso con motivos decorativos en forma de jarras (oinoichoai) y espirales corridas. El pithos que contenía las armas se halló en la esquina noreste de una gran sala, el compartimento OO -aún en excavación-, que se abría al este con una entrada con un enorme umbral monolítico de 160 cm de longitud.
Es probable que la zona en la que se realizaron los hallazgos fuera un área dedicada al culto, hipótesis sugerida también por la deposición ritual de partes de la panoplia y la fisonomía de la sala".
Los objetos hallados en las inmediaciones, fuera del gran pithos, también apoyan esta hipótesis. Se trata de dos cuchillos de hierro, una serie de vasos vertedores (aryballoi) de diferentes tamaños, fechables entre los siglos VIII y VII a.C., y un pequeño escudo de terracota, sobrepintado de blanco. Estos objetos recuerdan a una tumba de guerrero, pero en este caso podrían representar ofrendas votivas en una zona de santuario. La ubicación del hallazgo es igualmente significativa: se encuentra en la ladera suroeste de la colina de Kastrì, la misma en la que se construyó el primer palacio de Faistos en el siglo XIX a.C., e inmediatamente al oeste del suntuoso patio occidental del palacio.
Hallazgos de armaduras como éste son mucho más frecuentes en los ricos ajuares de las tumbas griegas. En Creta, los ejemplares mejor conservados proceden de las necrópolis de Cnosos, Mouliana (Siteia) y Eleuterna, y datan de entre los siglos XII y VII a.C.
Sin embargo, las mejores comparaciones para el escudo y los paragnatides de Festos se encuentran en zonas fuera de Creta: en la tumba XXVIII de Tirinto, en Argólida, datada en el periodo submicénico (siglo XI a.C..), y en la tumba 40 de Kourion-Kaloriziki, en Chipre, lo que confirma que Festos, a finales de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro, seguía estando bien integrada en una densa red de relaciones tanto con el mundo egeo como con las tierras mucho más lejanas del Mediterráneo oriental.
Este descubrimiento arroja luz sobre un periodo crucial para el yacimiento arqueológico de Festos, el de la fundación de la polis. Se trata de una pieza importante para reconstruir la historia de un centro milenario: fundada en el V milenio a.C., Festos se convirtió primero en un palacio minoico, a la altura de Cnosos, luego en una polis griega y siguió siendo un centro importante hasta el 146 a.C., año de su destrucción por la vecina Gortina.
El yacimiento arqueológico de Festòs, hoy candidato a Patrimonio Mundial de la UNESCO junto con otros complejos palaciegos minoicos de la isla, ha sido objeto de investigaciones arqueológicas por parte de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia desde la década de 1990 y sigue asombrando con sus hallazgos.
Creta, hallazgo extremadamente raro: una armadura de guerrero encontrada en un contexto de asentamiento |
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