Comienzan nuevas excavaciones en Pompeya, en una amplia zona central del yacimiento

En Pompeya se han iniciado nuevas excavaciones en lazona central del yacimiento: un área de aproximadamente 3.200 metros cuadrados, equivalente a casi una manzana entera de la antigua ciudad enterrada en el año 79 d.C. El proyecto forma parte de un planteamiento más amplio, desarrollado durante los años del Proyecto Gran Pompeya, destinado a rectificar y resolver los problemas hidrogeológicos y de conservación de los frentes de excavación, es decir, el límite entre la parte excavada y la parte inexplorada de la ciudad antigua. Esta última asciende a unas 15 hectáreas de manzanas y casas aún enterradas bajo lapilli y cenizas, casi un tercio de la ciudad antigua.

El trazado de la nueva excavación, situada en la Ínsula 10 del Regio IX, a lo largo de la Via di Nola, es el mismo que ya se implementó en la excavación del Regio V durante los años 2018-2020 bajo la dirección del entonces director Massimo Osanna. Además de mejorar las condiciones de conservación y protección de las estructuras milenarias a través de una ordenación de los frentes de excavación, que siempre han sido elementos de vulnerabilidad debido a la presión del suelo sobre los antiguos muros y la escorrentía del agua de lluvia, las nuevas excavaciones utilizarán diferentes profesionales de la arqueología, incluyendo arqueólogos, arqueobotánicos, vulcanólogos numismáticos, topógrafos antiguos, así como arquitectos, ingenieros y geólogos, para extraer la máxima información y datos de las operaciones de levantamiento estratigráfico.

“Excavar en Pompeya es una gran responsabilidad”, declaró el director del Parque Arqueológico de Pompeya , Gabriel Zuchtriegel. “La excavación es una operación irrepetible, lo que se excava es para siempre. Por eso tenemos que documentar y analizar bien cada hallazgo y todas las relaciones estratigráficas, y pensar desde el principio en cómo asegurar y restaurar lo que encontremos”.

La excavación está aún en sus primeras fases, pero ya empiezan a aflorar las crestas de mampostería de los pisos superiores de edificios antiguos, entre ellos una casa, transformada en fullonica (lavandería) en sus últimas fases y excavada ya en torno a 1912, y una casa con horno y celda superior. En niveles aún más altos, los arqueólogos han documentado una serie de agujeros horadados en el suelo en años quizá más recientes y presumiblemente funcionales para el uso agrícola del terreno o quizá relacionados con las actividades de extracción de lapilli que la zona experimentó en tiempos modernos. Vistas de los siglos XVII y XIX muestran cómo la meseta situada por encima de las excavaciones se utilizaba para diversos cultivos agrícolas, incluyendo zonas arboladas y edificios rurales, y los invernaderos de los agricultores seguían presentes hasta 2015. Un paisaje, el histórico de las décadas del redescubrimiento de Pompeya, que el Parque también pretende poner en valor y relatar a través de otro proyecto que pretende reurbanizar las zonas verdes del yacimiento y sus alrededores. En estas mismas semanas se está llevando a cabo el procedimiento de selección de un socio para cultivar el vigor del Parque en el marco de una asociación público-privada, que prevé laampliación de las zonas cultivadas y, en el futuro, también el establecimiento de olivares, huertos y jardines sociales.

“El tamaño de una catástrofe también se mide por la posibilidad de olvidarla, de dejarla caer en el olvido”, comentó el director. “Y ese paisaje de cultivos, bosques y pastos que surgió en los siglos posteriores a la erupción en el emplazamiento de la antigua ciudad es como un pequeño consuelo comparado con la terrible tragedia del año 79 d.C. que destruyó toda la ciudad de Pompeya en dos días. El recuerdo de la tragedia se desvaneció, la vida volvió. Tanto es así que, tras el inicio de las excavaciones en 1748, tardaron 15 años en darse cuenta de que estaban excavando en Pompeya y no en ”Estabia".

Comienzan nuevas excavaciones en Pompeya, en una amplia zona central del yacimiento

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