Arqueólogos contra la enmienda legahista a la Milleproroghe que limita la arqueología preventiva


Una enmienda de la Liga a la Milleproroghe, que limita la arqueología preventiva, podría sumir de nuevo al país en el antiguo "paro de la construcción" debido a los descubrimientos. Los sindicatos de arqueólogos piden su retirada.

La Mesa de Coordinación de las siglas del sector de la Arqueología, grupo representativo de la administración pública, las profesiones y las empresas y compuesto por nueve asociaciones de categoría (ANA - Asociación Nacional de Arqueólogos; API - Arqueólogos en el Empleo Público; ARCHEOIMPRESE - Asociación de Empresas Arqueológicas; ASSOTECNICI - Asociación Nacional de Técnicos de Bienes Culturales; CIA - Confederación Italiana de Arqueólogos; CNA - Confederación Nacional de Artesanos y p.m.i.; FAP - Federazione Archeologi Professionisti; LEGACOOP Produzione & Servizi; Mi Riconosci) expresan su profunda alarma por una modificación del “Decreto Milleproroghe” (D.L. núm. 183 de 31 de diciembre de 2020) firmada por un grupo de parlamentarios del grupo Lega - Salvini Premier (Silvana Andreina Comaroli, Massimo Garavaglia, Giuseppe Ercole Bellachioma, Claudio Borghi, Vanessa Cattoi, Emanuele Cestari, Rebecca Frassini, Vannia Gava, Paolo Paternoster).

La enmienda se refiere a las intervenciones arqueológicas preventivas para las obras de construcción, y pide que “para la ejecución de los contratos regulados por el Decreto Legislativo 18 de abril 2016 N º 50, cuyas obras no se han iniciado en la fecha de entrada en vigor de la presente disposición y hasta la fecha de 31 de diciembre de 2025, la verificación preventiva de interés arqueológico, a que se refiere el artículo 25 párrafo 1 del, Decreto Legislativo 18 de abril 2016 N º 50, se requiere sólo para las áreas sujetas a protección específica en las intervenciones urbanas. Para los casos no incluidos en el período anterior, basta una autocertificación firmada por un planificador autorizado”. El artículo citado en la enmienda, el artículo 25 del Decreto-Ley 50 de 2016, deriva del artículo 28 del Decreto-Ley 42 de 2004, cuyo apartado 4 establece que “En el caso de obras públicas en áreas de interés arqueológico, incluso cuando no se haya realizado la verificación mencionada en el apartado 2 del artículo 12 o la declaración mencionada en el artículo 13, el superintendente podrá solicitar que se realicen pruebas arqueológicas preventivas en las áreas en cuestión a expensas del cliente”.

De hecho, la enmienda Leghist limita la arqueología preventiva únicamente a las zonas sujetas a protección específica en el marco de intervenciones urbanísticas. Según la Mesa de Coordinación, la razón de ser de la enmienda (que, según las siglas, deriva de “posturas erróneas que consideran la arqueología preventiva un obstáculo para la rápida ejecución de las obras públicas”) es agilizar las obras y acelerar los trabajos de construcción, pero, paradójicamente, en realidad podría ralentizarlos considerablemente. En efecto, el objetivo de la arqueología preventiva es intervenir antes de que comiencen las obras, en la fase de concepción de la viabilidad, dando así la posibilidad de modificar eventualmente los proyectos sin que ello suponga un nuevo aumento de los costes para el cliente como consecuencia de la necesidad de revisar los planos durante la construcción. La enmienda Leghist, sostiene la Mesa, haría recaer, por el contrario, la disciplina de la protección en la antigua “paralización de las obras”, lo que iría en detrimento de la rapidez de los trabajos y con un aumento relativo de los costes de ejecución de las obras (sin intervenciones arqueológicas preventivas para verificar la viabilidad y modificar los proyectos, se correría de hecho el riesgo de ver bloqueada una obra cuando surjan las primeras urgencias arqueológicas).

La Mesa constata la necesidad y la urgencia de desarrollar y difundir la cultura de la arqueología preventiva, que nació con el objetivo de defender el patrimonio arqueológico, pero haciendo compatible la protección con los tiempos y las necesidades del desarrollo moderno: no en vano, el término anglosajón que define la arqueología preventiva y de emergencia es development-led archaeology. “Defendemos esta visión y desearíamos, si acaso, enmiendas para mejorar la ley”, dicen las siglas.

“Para terminar”, concluye la mesa, “nos gustaría hacer una puntualización: estas enmiendas se proponen con el objetivo de ayudar a la recuperación económica del país, sin dejar a nadie atrás. Pues bien, las intervenciones de arqueología preventiva forman parte plena de las actividades económicas del país, puestas a la más dura prueba primero por la crisis económica, iniciada en 2008, y hoy por la desencadenada por la emergencia Covid-19; negar o degradar estas prácticas tendría consecuencias nefastas: no sólo para la protección y viabilidad de las propias obras, sino que, como consecuencia directa, no haría sino empeorar la situación económica de la densa red de empresas especializadas y de los miles de profesionales del sector (arqueólogos, arquitectos, ingenieros, restauradores y operarios) que trabajan en él cada día. Del contenido de la enmienda se desprende claramente que la propuesta presentada no tiene en cuenta ni la función de la arqueología preventiva ni los efectos negativos de su suspensión no sólo sobre la protección del patrimonio cultural, sino sobre los propios poderes adjudicadores y contratistas, que verían incrementados de forma incalculable los costes y el tiempo necesarios para llevar a cabo las obras. De hecho, hay que recordar que la legislación sobre arqueología preventiva se aprobó en su momento precisamente para ”buscar remedio a estos aspectos problemáticos".

Por todo ello, los sindicatos que componen la Mesa “hacemos un llamamiento a los ministros De Micheli y Franceschini y a las comisiones parlamentarias competentes, para que aclaren en los foros oportunos los enormes riesgos de esta modificación, no sólo para el patrimonio cultural, sino también en la ejecución de unas obras que sólo aparentemente verían una agilización y una reducción de costes, con una vuelta a una condición ya tristemente conocida de paralización de las obras en fase ejecutiva con gravísimas consecuencias en términos económicos y de plazos de ejecución y entrega. Por todo ello, solicitamos el rechazo de la enmienda en cuestión, a través de la cual no es posible hacer efectivas las garantías previstas en la Constitución y en la ley para proteger el patrimonio arqueológico nacional”.

En la foto: arqueólogo realizando ensayo arqueológico en Spilamberto di Modena (2015)

Arqueólogos contra la enmienda legahista a la Milleproroghe que limita la arqueología preventiva
Arqueólogos contra la enmienda legahista a la Milleproroghe que limita la arqueología preventiva


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