Importante cuadro de Van Gogh vendido en TEFAF: lo compra un museo no europeo


Venta importante en la feria TEFAF de Maastricht: la galería MS Rau de Nueva Orleans vende un retrato de Vincent van Gogh, una campesina de la época de Nuenen. Lo ha comprado un museo de fuera de la Unión Europea. La galería pedía 4,5 millones de euros, pero aún no se ha revelado el precio de venta de la obra.

Entre las grandes ventas de la edición 2024 de TEFAF, número 36 de la gran feria internacional de antigüedades, figura una de las piezas más ilustres de toda la exposición: un cuadro de Vincent van Gogh ( Zundert, 1853 - Auvers-sur-Oise, 1890), la Tête de paysanne à la coiffe blanche (’Cabeza de campesina con cofia blanca’), traído de la MS Rau Gallery de Nueva Orleans (EE UU). Se trata de una importante obra de 1884 cuya autenticidad ha sido confirmada por el Museo Van Gogh de Ámsterdam, según la galería.

Se trata, por tanto, de uno de los cuadros referibles al periodo de Nuenen: una obra particularmente rara en el mercado y también muy buscada. El cuadro salió a la venta por 4,5 millones de euros y se vendió el domingo a un museo de fuera de la Unión Europea. Un museo privado, por lo que sabemos. Por ahora no se sabe mucho más sobre el comprador, ni sobre la cantidad en la que se cerró la transacción, ya que no ha sido revelada. Lo único que se sabe es que la obra, según la agencia holandesa ANP, será accesible al público en su nuevo hogar. Se trata de una buena noticia, ya que la obra no se exponía desde 1903.

La obra, como se ha dicho, data del periodo de Nuenen: En 1883, el artista, durante su estancia en la pequeña ciudad holandesa a la que se había trasladado, dejando La Haya, para residir en la casa familiar, se adentró en el género del retrato , dedicando numerosos retratos a campesinos locales, con un enfoque particular, es decir, tratando de pintarlos con un fuerte sentido de la empatía, razón por la cual estos aldeanos se nos aparecen investidos de un aura de dignidad tan viva, y tan expresivos. Tête de paysanne à la coiffe blanche también inmortaliza a una campesina de Nuenen, con una especial implicación emocional por parte del artista.

Vincent van Gogh, Tête de paysanne à la coiffe blanche (c. 1884; óleo sobre lienzo, 33,6 x 26,04 cm)
Vincent van Gogh, Tête de paysanne à la coiffe blanche (c. 1884; óleo sobre lienzo, 33,6 x 26,04 cm)

“Lo que más me entusiasma, mucho, mucho más que otros en mi trabajo - es el retrato, el retrato moderno...”, escribió Van Gogh a su hermano Theo. Me gustaría hacer retratos que, un siglo después, pudieran parecer a la gente de la época como apariciones. En consecuencia, no intento hacerlo a través de la semejanza fotográfica, sino a través de nuestras expresiones apasionadas". El periodo que pasó en Nuenen está ampliamente reconocido como un momento crucial en su desarrollo artístico, que culminó con su famosa obra maestra, Los comedores de patatas, terminada en 1885 (el año en que Van Gogh dejó Nuenen para trasladarse primero a Amberes y luego a París). La Tête de paysanne à la coiffe blanche es un ejemplo particularmente interesante de las obras del periodo de Neunen, en las que el artista mostró su habilidad para captar tanto el aspecto como el carácter de sus modelos.

La obra con su marco
La obra, con su marco

Con pinceladas gruesas y pausadas, van Gogh pinta a su campesina mirando hacia delante. La paleta de colores evoca un atardecer en penumbra, acentuando la dramática iluminación del rostro de la mujer. En esta obra, la modelo está representada insistentemente cerca del plano pictórico, con poco fondo para no distraer al espectador. Escribiendo a Theo el 2 de marzo de 1885, Vincent dice: “En la actualidad pinto no sólo mientras hay luz, sino también por la noche a la luz de las lámparas, si puedo distinguir de alguna manera las cosas en mi paleta, para captar, si es posible, algo de los singulares efectos de la iluminación nocturna”. Esta atención a la luz se acentúa aún más por el efecto de los tocados tradicionales. Van Gogh vio en este elaborado tocado blanco una oportunidad para subrayar el contraste entre los fondos oscuros e indeterminados y los dramáticos rasgos faciales. Como señaló Evert van Uitert: “Van Gogh intentaba captar el rasgo distintivo de sus figuras de campesinos, y consideraba más importante que una cabeza fuera expresiva que absolutamente correcta”. El tocado blanco contrasta fuertemente con los rasgos oscuros y dramáticos del rostro de la campesina, destacando sus grandes y expresivos ojos. Este audaz efecto de claroscuro transmite una sensación de dramatismo, evocando una conexión emocional más profunda con el espectador. Una obra importante, por tanto, que refleja el profundo y persistente deseo de evolución de Van Gogh.

Es una obra bien conocida por la crítica, ya que aparece en varias monografías dedicadas al artista holandés. El cuadro viajó mucho: registrado por primera vez en la colección Mouwen de Breda, Holanda, pasó después a la galería Oldenzeel de Rotterdam, que lo vendió al coleccionista holandés Van Ogtrop-van Kempen. Después pasó por otras dos colecciones privadas antes de ser subastada en 1981 por Sotheby’s en Londres: comprada en la galería Piccadilly de Londres, pasó a la galería Landau Fine Art y de ahí a una colección privada estadounidense en 1998. Volvió a subastarse, de nuevo en Sotheby’s pero esta vez en Nueva York, donde se vendió por 1,2 millones de euros a un coleccionista privado, y de él pasó a la galería MS Rau. El resto es historia de estas horas.

Importante cuadro de Van Gogh vendido en TEFAF: lo compra un museo no europeo
Importante cuadro de Van Gogh vendido en TEFAF: lo compra un museo no europeo


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